El uso de un cepillo facial es un aliado clave en tu rutina de cuidado de la piel, pero su eficacia depende en gran medida de cómo lo utilices.
Estos son los 5 pasos imprescindibles que debes seguir para aprovechar al máximo su potencial:
- Prepara tu rostro con agua templada: Antes de comenzar, humedece tu rostro con agua templada. Es crucial evitar temperaturas extremas, ya que el agua muy fría cierra los poros, mientras que el agua caliente puede causar vasodilatación y enrojecimiento de la piel.
- Prepara el cepillo facial: Asegúrate de mojar también tu cepillo limpiador de cara. Esto facilitará el deslizamiento suave sobre tu piel y mejorará la eficacia del proceso de limpieza.
- Realiza movimientos circulares suaves: Realiza movimientos circulares suaves con el cepillo facial sobre tu rostro. Evita aplicar presión excesiva para no irritar la piel. Comienza en las mejillas, continúa por la nariz y la barbilla, y termina en la frente.
- Evita pasar tu cepillo facial por zonas delicadas: Presta especial atención a evitar las zonas delicadas, como el contorno de los ojos, para evitar posibles irritaciones o flacidez en la piel.
- Limpieza del cepillo facial: Después de completar el proceso, limpia cuidadosamente tu cepillo facial. Esto no solo eliminará residuos de jabón y bacterias, sino que también contribuirá a prolongar su vida útil.
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