La función de un cepillo facial es penetrar en las capas más superficiales de la dermis para limpiar profundamente la piel del rostro.
Está concebido para convertirse en tu limpiador facial habitual, ya que, gracias a las cerdas del cepillo y a su manejo con movimientos circulares, lograrás eliminar en profundidad la suciedad y el maquillaje que haya podido quedar en los poros.
Evitará así que aparezcan esos granitos tan incómodos debidos a las impurezas, suciedad y células muertas que no se logran eliminar con una limpieza facial manual.
De hecho, según el tipo de cepillo facial, puedes llegar a actuar hasta 10 veces más en profundidad que con una limpieza manual del rostro.
Por otro lado, gracias a la suave exfoliación que se consigue con un cepillo facial lograrás renovar y reafirmar tu piel, reducir los poros, oxigenarla, reactivar la circulación sanguínea y aportar luminosidad a tu rostro.
Recuerda que debes desmaquillarte antes de utilizar tu cepillo limpiador facial. Una vez desmaquillada, humedece tu rostro, aplica tu producto de limpieza facial habitual y empieza a pasar tu cepillo facial con suaves movimientos circulares por toda la cara.
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